El día a día poblado de miles de estímulos, nos lleva al agotamiento y la dispersión. El teléfono movil, la radio, la televisión, internet, todas estas distracciones, proyectan nuestra mente en muchos frentes, y nos impiden darnos cuenta de lo que en realidad estamos haciendo. La atención hace al genio, todo lo que aprendemos, imaginamos, y descubrimos, depende de la calidad de nuestra atención. Newton, edificó la ciencia sobre ella.La atención construye puentes abre nuevos mundos y cura enfermedades, sin ella las cosas dejan de tener gusto y todas las bellezas del mundo, nos pasarán por alto. Por consiguiente un requisito para gozar de perspectiva, es ganar cierto grado de atención sobre nuestra propia vida, lo cual implica preguntarnos ¿trabajamos más de lo que deberíamos?. ¿Hemos elegido éste tipo de vida? ¿Vivimos para nosotros mismos? ¿Tenemos claras nuestras prioridades?.