Diego Nicolás García Contreras

Lo hay que calar

Si, tengo miedo a despertar 

Entonces dime tú...

¿Qué hago con eso?

¿Mantenerme en vigilia eterna esperando el parpadeo que me anegue?

¿O esperar en el tormento perpetuo de mis ojos ardiendo por una gota que los colme?

De luz, de calor, de esencia...tiemblan los techos sin envoltorio que los encubra,  sin duelo qué los cierna...

Sin mi, cristalizado al vapor de la escarcha...

Ensimismado al color del nadir, encandilado...

Empalagoso e imperfecto...

Como nunca...como nadie en este mundo...

Si tan solo fuera...El fervor de las aguas encausado hacia su hara...

El trémulo candor disfrazado de conciencia...

El ruidito recóndito que oculta la libertad