Sé que te olvidas de todo, que puedes llevar el peine en los cabellos y preguntarme donde está.
Sé que duermes hasta tarde y que te acuesta aún más tarde y que te pierdes las mañanas por no saberlas encontrar.
Se que ries y lloras, que lees novelas criminales y que no intentas resolver el enigma de la libertad: poder hacer lo que uno quiere sin abandonar el plan.
Sé que siempre te encontraré a toda hora y en cada lugar.