El ancla de tu recuerdo se hunde en mi nostalgia
y mi alma se sumerge en mares de tristeza,
mientras fluyen de mí mis lágrimas calladas
llevando en su corto viaje un conjunto de penas.
Lacerante como un ave que ha dañado a sus alas
como una noche que ha perdido a sus estrellas,
siento el frío intenso del filo de una daga
mientras el ayer va revelando todas mis tragedias.
Ya no hay milagros que renueven a mis esperanzas
solo cadavéricas sombras que besan la ausencia,
un mundo tan lleno de todo y ahora de nada
que cruel a mi alrededor todo sabe a indiferencia.
Perdido estoy aquí mientras el tiempo solo pasa
donde imágenes sueltas de ti tan solo me quedan,
en un presente donde mi vida toda se arrastra
donde poderosas soledades simplemente me llevan...