En la noche Molly, entró a su camarín.Allí tenía todo para hacer su espectáculo de cada día. En realidad de cada noche.Allí el día y la noche, no tenían límites.Solo la contención de hombres que entran, a llenar sus vacíos con alcohol y entretenimientos sexuales, juego y muchas veces perversiones.Al estar con alguien a cambio de dinero, los reconfortaba, porque es un servicio pago, que no establecía ningún compromiso.Solo se rinde cuenta a sí mismo y a su cuenta bancaria. Ahora Molly , ya con su peluca puesta, su figura esbelta y pago sus siliconas, por el dueño, se disponía a caminar por la pasarela, que la conducía al caño, o como recibe el nombre en inglés poly dance. Una manera más coqueta, para exhibir su cuerpo ante multitudes, que se agolpaban, para luego sacar bocado de alguna ventaja carnal.Molly, había trabajado de cajera en un supermercado, sus ingresos no eran buenos y el cuidado de un niño, requería otros sacrificios.Probó trabajar otros turnos. Pero igualmente eran insuficientes. Por eso vio una salida rápida a pagar su alquiler atrasado, etc, etc.Se embarcó en el puty club.También juró no caer en drogas, pero una cosa trajo la otra y cuando quiso acordar, mucho de su vida se había desbarrancado.Lo único que permanecía inalterable, era el infinito amor a su hijo, que había criado sola.El padre cuando se enteró que estaba embarazada, se marchó, puso en duda si sería de él, la excusa perfecta para desaparecer....
Continuará....