D. Méndez

Sé que entre más te pienso, más te idealizo

Sé que entre más te pienso, más te idealizo,
y entre más te idealizo, más me enamoro.
Tu imagen se convierte en un faro,
una luz que guía mi errante corazón.

Solo ruego que algún día sientas lo que yo siento,
este amor profundo y eterno,
que fluye como un río sin fin,
alimentando cada rincón de mi ser.

No quiero que te sientas culpable de este amor,
oír mi juramento, te juro mi eterno amor.
Es una promesa escrita en las estrellas,
una devoción que no conoce fronteras.

En las noches de soledad y nostalgia,
tu recuerdo es mi única compañía,
un susurro en el viento, un eco lejano,
que llena de esperanza mi melancolía.

Si pudiera cruzar los mares del tiempo,
y encontrarme contigo en un abrazo eterno,
no dudaría en dar mi vida entera,
por un solo instante en tu regazo tierno.

Sé que entre más te pienso, más te idealizo,
y entre más te idealizo, más me enamoro.
Este amor es mi destino, mi credo,
y en tus brazos encuentro mi verdadero hogar.