En tus manos firmes de hombre
me parece más seguro el camino
fuertes para sostener si flaqueo
tiernas para limpiar mis mejillas
enérgicas para apoyar mis ideales
delicadas para levantar si me doblo
eres al tiempo espada y almohada
eres guerrero indomable y fiero
pero ante mis caricias domado
juguetón y mimoso leoncillo
De tus espaldas brotan ligeras
las alas que a volar me incitan
a palpar esos reinos de ensueño
de tu corazón abierto fluye música
que me lleva a inventar cada rima
cantar desde al alba al ocaso
un himno de amor y esperanza
eres quien absuelve en mi vida
en tu ser de hombre imperfecto
los pecados que otros contra mi
impunemente han cometido
Eres el beduino que atraviesa
hostiles desiertos y dunas
conocedor del peligro y atento
al sol, sus estrellas y lunas
Eres quien ama sus soledades
perdona sin queja la prueba
pero aprecia en la hostilidad
el oasis que puedo proveerle
En tus ojos la mies se mueve ligera
y al ras si el viento provoca
mas su tallo ni el granizo la quiebra
de tu boca mana el licor anhelado
que empapa de deseo mi cuerpo
y en el roce la caricia que prende
la incontenible abrasión que sucede
entrelazados tú y yo nos consume