Tomás Sánchez Rubio

MAR DE DUDAS

Llegará el día que amanezca

con un nuevo milagro de los panes,

de las paces y de los peces

-la paz multiplicada por pan es más paz-.

 

Escrito está en la candente arena

de castillos gris perla,

tan inmunes al viento del este,

que la salvación nos ha de llegar por el océano;

que una marea rampante acabará ahogándonos

las miserias y las torpes desdichas disimuladas

entre los falsos reflejos de serenas dunas.

 

Mártires renovados,

 clavados como estacas frente a los embates

de una traicionera corriente que todo lo arrastra,

sembraremos de azuladas sombras las calas

 llenas de oquedades, los precipitados

fondos abisales

y las dehesas de algas marchitas.

 

Entretanto nos queda esperar,

esperar con una esperanza pasada

 por el agua clara y salada de lágrimas

aún sin enjugar, inútiles ante el dolor de ver

tanto yermo aquí abajo,

en una tierra mucho menos firme

de lo que podría parecer a simple vista

de gaviota.

(Poemario ‘Árboles de esperanza´)