Sufro en la distancia que agobia;
la inercia recaba lo necesario
para imaginarte sin agravio;
sigues fuerte en mi, hermosa novia.
Inexplicable fuerza me detiene;
soy el colibrí que el néctar liba,
pero, el viento fuerte me derriba;
sobrevivo! tu amor me sostiene.
Mi cuerpo ajado que se marchita
austero vive sin la abundancia
del roce de tu piel y tú fragancia;
extraña tu aliento de cerquita!
Soy como el tallo de la palma
que sufre del viento el embate,
se dobla y estira el combate
lucha con el corazón y el alma.