Ámame esta noche.
Que esta pasión sea eterna.
Un fuego que consume y alimenta.
Con el aroma a madera que embriaga.
Pasión como el mar a la arena.
Mi alma la tuya anhela.
Solo puedo pensar en cuándo serás mía, mía.
Cuando es nuestra primavera,
Nuestros corazones, dos viejos árboles.
Entrelacen sus raíces y florezcan.
Perfumando el aire con nuestras memorias
Y acariciando el cielo con sus ramas,
Tejiendo un edredón de sueños.
Y las hojas, como recuerdos, caerán.
Cubriendo el suelo de un dorado otoño.
Ámame esta noche, que esta pasión arda.
Y aunque solo sea en un sueño,
Quizá algún día, algún día me atreva
A confesarte mi amor.
Mis labios, sedientos de tu nombre,
Susurran en sueños, anhelando el tacto de los tuyos.
Anhelando el día en que te lo diré despierto.
Ansío que llegue ese momento, ese momento eterno.
Cada noche susurro a las estrellas, pidiendo por ti.
Que te envuelvan en su luz celestial.
Cada noche susurro, suave y secreto.
Que cuiden de ti, que alumbren tu camino hasta mí.
Haz que esta pasión perdure.
Ámame esta noche.
En este sueño eterno,
Nuestros corazones se fundirán.
Como dos ríos que se unen en un solo mar.
En este sueño sin final, nuestro amor será eterno.
Gonci