Soy como el árbol centenario,
tejido al suelo, torcido contra el viento,
vencido solo, por el peso en años.
.
Soy como la piel tatuada,
de nombres y corazones a daga,
experto en el arte, de los amores jóvenes.
.
Soy como la altura de las aves,
como el contraste del azul y el blanco,
autor de las sombras más profundas,
pues de la luz, obtengo mi avaricia,
del dulce maduro,
mi lado más inalcanzable.
.
Soy como el árbol,
atalaya de la vida,
como el río lento, vertical y continuo,
que igual me viste,
igual me desnuda.
de todo invierno frío,
del estío más apasionado.
.
A fin de cuentas,
mi sayo … yo me hago
a medida.