En la cuenca de la vida,
desembocamos en el mar del amor,
nacerá un primor de tu vientre que le da la vida,
no tenemos tiempo para el odio ni el rencor.
Tomados de la mano,
recorremos este sendero,
que sin importar las circunstancias de antemano,
yo estaré listo para construir mi casa, como Pájaro Carpintero.
En esta vida he sido un pobre pordiosero, un pendejo,
un miserable, un ser despreciable, pero…
que al encontrar luz a través de las ventanas de tu alma, un reflejo;
que me da seguridad de saber que yo solo a ti te quiero.
Cuántas Lunas han pasado… cuántas más pasarán,
en las que en secreto no te haya amado,
sabiendo que nuestros corazones por siempre se amarán,
pues Dios así lo ha deseado.