Yo no he podido olvidarte,
Camino siempre distraído y pensativo,
Pero vuelvo nuevamente a recordarte,
Cuando entro en el abismo de recuerdos tan vivos.
Aún viene a mí, la antigua musa,
Aquel momento en que una rosa roja te obsequié
Y con brazos abiertos un leve abrazo te di;
Muy ilusionado marché, pues tu alegría sentí.
Quisiera controlar el tiempo
Para regresar a esos momentos de alegría;
Y extender nuestras conversaciones nocturnas,
Pues mi interés por ti era constante cada día.
Ayer hablé con la hermosa luna,
Me dijo que ella siempre ha seguido a su gran amor;
El Sol que hace de ella el astro brillante,
Mas la envidiosa distancia los separa sin compasión alguna.
Resignarme a perder tu cariño
Se me ha hecho fácil por un instante,
Sin embargo, es necesario que sepas,
Que yo no he podido olvidarte.