En el jardín donde los sueños se entrelazan,
allí donde el sol con su rayo de oro embellece,
vive una flor que en silencio sutil se abraza,
a la esperanza que en su corazón crece.
Ana Luisa, estrella en cielo nublado,
tu sonrisa es faro en la tormenta,
tus ojos, dos luceros encantados,
que en la noche más oscura se sustentan.
La brisa susurra secretos a tu oído,
historias de valentía y de amor,
y aunque a veces sientas que has caído,
recuerda que nunca es para siempre el dolor.
El río de la vida fluye y seguirá fluyendo,
llevando consigo penas y alegrías,
no quiere decir que seguirás huyendo,
la mejor parte apenas viene hacia tus días.
Ana Luisa, tu nombre es melodía,
un canto que alivia cualquier pesar,
y es en tu voz donde hallo mi armonía,
es el eco de un futuro por abrazar.
Las nubes pasajeras cubrirán el cielo,
más el sol siempre estará por detrás,
y en tu corazón existirá un eterno anhelo,
que con mis palabras te quiero mostrar.
Eres el verso que aún no he escrito,
la musa que inspira cada canción,
y aunque el silencio de algún color pinto,
por hoy eres la razón de mi inspiración.
En la oscuridad más profunda, Ana Luisa,
eres la luz que nunca dejará de brillar,
y aunque la vida a veces parezca difusa,
yo sé bien que nunca dejarás de bailar.
Ser el puerto donde anclas tu barco,
el refugio en tus noches de inquietud,
y en cada día, un latido más franco,
que te recuerde que siempre hay plenitud.
Ana Luisa, flor de inigualable belleza,
¿Sabes cada pétalo tuyo es un regalo?
divina sonrisa, te lo diré con certeza:
Eres tan fuerte que superarás cualquier obstáculo.
Que mis palabras sean la brisa que te envuelva,
y un abrazo cálido en tus días grises,
y aunque el tiempo y el espacio nos disuelva,
curaremos una a una todas tus cicatrices.
Eres más fuerte de lo que imaginas,
eres un faro en la marea de la vida,
y aquí estoy esperando que te diviertas,
en mi alma por ti hay una llama encendida.
Ana Luisa, en tu ser reside la magia,
y la promesa de un futuro brillante,
tu sonrisa al universo y al mundo contagia,
tienes una fuerza “intensamente” desafiante.
Así que levanta la mirada y sonríe,
que en cada paso hay una nueva historia,
y aunque el camino sea largo y desmotive,
tu valentía te llevará hasta la gloria.
Ana Luisa, no estás sola en este viaje,
en cada verso te dejo mi aliento,
y en mi corazón, un eterno homenaje,
a tu fuerza, tu luz, y a tu talento.