Intentar hacer el bien
nunca será suficiente,
porque el bien se debe hacer
de forma decida y consciente.
Cuando hacemos el bien
siempre habrá una satisfacción,
porque para hacer el bien
no hay ninguna condición.
Para hacer el bien
se hace de todo corazón
y para dejar de hacerlo
no existe ninguna razón.
Cuando hacemos el bien
no esperemos pago alguno,
porque el bien se hace
para satisfacción de uno.
Siempre debemos estar listos
para hacer el bien y ayudar,
a todo el que lo necesite
sin pensarlo ni dudar.
Cuando se hace el bien
no importa a quien se hace,
lo que si debe importar
es que se hace porque nos nace.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,26/05/2024