… ay,
si al caminar junto a mi humilde alma y voz,
alguien oyera gemir y arder el candil de mi espíritu,
¿ no querría a abrirme de par en par las puertas, aun a costa de echar abajo el verdín,
el brocal del ser y este fin temporal de la piedra…?
… compañeros, coged la luz y salid, rebelaos y golpead el cielo inmaterial,
y si nadie responde, coged entonces con ansia el corazón y llamad en él, habladle,
habladle con sed viva, con fuerza, con legítima y purísima pasión;
… oh amigos, no os rindáis ni os resignéis;
por favor, no, no dejéis que definitivamente se os mueran los sueños y las manos;
¡ queda, queda tanta y tanta luz y geometría por hacer… !
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Antonio Justel/Orión de Panthoseas
https://orionde panthoseas.com
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