Mira mis pupilas dilatadas…
Desnúdame los hombros y espalda
hasta mis nalgas redondeadas
que estoy entreabierta, animada,
para ofrecerte mi alma hechizada.
Besa suave mi cuello y rubores,
entrelaza fuerte mis manos joviales.
Moja con tus besos mis pezones
y llénalos de gotas sensuales,
como el rocío en los tulipanes.
Abraza mi cintura curvada,
deslízame abajo tu lengua ávida,
bebe de mi entrada nacarada
y embriaga esa mi nota perlada,
solo para ti siempre guardada.
Dame tus pálpitos cariñosos,
para sentir vibrar más mi vida,
que mi cuerpo tan solo desea
cobijarte en mis adentros todos,
en todos mis placeres privados.