Franklin Otoniel Cisnero Muñoz

Cuando ese día llegue

Siento que es de madrugada.

Quiera Dios que pronto llegue el día

con el frescor de la alborada

y el cantor matinal del “Ave María”.

 

La noche ha sido tenebrosa.

Las horas son años de oscuridad,

se murieron lirios, se murieron rosas

y está reinando la maldad.

 

Desde la tarde o década pasada

los parques quedaron vacíos.

la risa ya no es la misma sonrosada,

en vez de alegrías nos traen escalofríos.

 

¡Oh, Señor! ¿Por qué tarda esta noche?

Nos está probando como al oro fino;

quiero sentir el olor a Sacuanjoche,

quiero ver la alegría del dulce rabino.

 

No, ya no quiero horas de silencio,

nuestros hijos merecen despertar.

Ven cantor... con una melodía

digamos que venga el día a reinar.

 

Allá, allá largo está el sol,

de Este a Oeste se ve nacer.

Aquí hay una nube que parece col,

que no permite que llegue un Nuevo Amanecer.

 

Pero cuando ese día llegue

y la noche sea cosa del pasado,

habrá un gran despliegue

de alegría, porque la vida ha llegado.

 

Entonces, veré la sonrisa de las flores,

veré a los niños por el jardín,

veré el arcoíris con sus colores,

veré el esplendor de un jazmín.

 

Veré venir nuevamente a las cigüeñas

bailoteando al alegre son

de una música costeña

y un buen plato de Rondón.

 

Veré enarbolada mi bandera,

orgullosa y libre al firmamento.

¡Ho, Señor! veré la vida venidera,

veré develarse tu eterno sacramento.

 

Veré la conciencia renacida

como la de un humilde altruista,

veré la dicha, veré la vida,

veré la herencia sandinista.

 

Veré miles rostros de alegría

y desde el cielo los héroes cantar

la melodía cándida del “Ave María”

por el triunfo, que es un nuevo despertar.

 

Autor: Franklin Otoniel Cisnero Muñoz - Nicaragua

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