En la historia de un joven y su amor imposible,
enamorado de una chica de alta cuna,
su estatus social era una barrera oportuna,
la familia de ella se oponía, inflexible.
Decidieron escapar en busca de su amor,
en un intento desesperado de libertad,
pero una tragedia acechaba en la oscuridad,
la chica cayó a las aguas, sin salvación ni honor.
El joven luchó con todas sus fuerzas,
por rescatarla de las garras de la muerte,
pero el destino cruel le arrebató su suerte,
desde entonces, carga con las sombras inmersas.
La culpa pesa en su corazón destrozado,
por no poder salvar a su amada en desgracia,
cada suspiro es un eco de su triste desgracia,
vive atormentado por el amor que ha perdido y amado.
En las noches de insomnio, la culpa lo consume,
el eco de su nombre resuena en la bruma,
cada lágrima derramada es una espuma,
de un mar de dolor en el que se sume.
El joven de mirada perdida y alma herida,
carga con el peso de un amor truncado,
en su pecho, el remordimiento se ha anidado,
por no poder salvar a la chica querida.
En su mente, la imagen de la tragedia persiste,
el sonido del agua al cerrar sus puertas,
cada instante es un tormento que despierta,
en el joven, la culpa y el amor se resisten.
Así vive el joven, con la carga del pasado,
el recuerdo de un amor que se desvaneció,
en su corazón, la culpa y el dolor se anidó,
por siempre con la sombra de lo que ha amado.