Oscarin Balderas

Flores para tu alma


En la quietud de la noche sin luna,
el eco de tus risas aún resuena,
en cada rincón de esta casa vacía,
donde tu presencia, ausente, me encadena.

Tus pasos ligeros, tu voz tan clara,
se han desvanecido en la bruma del ayer,
dejando solo sombras y memorias,
de un amor que el tiempo no puede deshacer.

Tus ojos, faros en mi oscuridad,
brillaban con la luz de la esperanza,
y ahora, en la soledad de mi soledad,
tu recuerdo es mi única confianza.

La vida sin ti es un río sin caudal,
un cielo sin estrellas, un día sin sol,
y aunque sé que jamás volverás,
tu amor en mi pecho arde como un farol.

Oh, dulce alma que el destino arrebató,
en cada flor, en cada atardecer te hallo,
y aunque el dolor en mi pecho no cesó,
viviré por ti, en cada paso, en cada fallo.

Descansa en paz, mi amor eterno,
en el jardín donde las almas se reencuentran,
y desde este mundo tan frágil y tierno,
mi corazón, por siempre, tu nombre nombra.