FLOR DE ENREDOS
Señora errante y pasajera,
como un viento sin regreso, tan intenso,
de beso en beso, en tu andar incienso,
dejas pesar al rozar tu hoguera.
Llegas, dulce y falsa, con fervor,
tu aliento es fuego ardiente, desafiante,
desprecias al amor con gran clamor,
encadenada a un destino distante.
Has cautivado a muchos en tu sendero,
has tenido a todos bajo tu manto,
mas ninguno ha conocido tu juego.
Bajo tus caricias se esconde un llanto;
poquísimos saben del internamiento,
de un esposo en desventura sangriento.
Autor: LUÍS APAZA H. Alías: Corazón Bardo
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