¿ Ser o no ser irreverente ? La gran pregunta de la vida, ¿ no ?
¿ Realmente importa ? La gran pregunta es, ¿ Cuándo dejamos de darle importancia a las malditas convenciones y nos atrevemos a romperlas con estilo, desafiando la mediocridad ?
Cierta ocasión, platicando con uno de mis compatriotas, que hace tiempo se perdió en el limbo del Portal y cuyo paradero quien sabe, se evaporó más rápido que el respeto por la poesía decente en estos días, desapareció sin dejar rastro como si se le hubiera tragado la tierra o como un puto fantasma en la noche, si bien ha habido alusiones a su persona, aunque nadie le ha mencionado directamente. ¿ Será que, si invocamos su nombre, Carlos Armijo, aparecerá de nuevo como por arte de magia ? Si eso ocurre, podría ser el mejor truco de la historia.
En fin, me contaba que sus inicios en el portal fueron así de absurdos y con más pereza que un lunes por la mañana con resaca, más o menos es lo que dijo. Había una vez un individuo aburrido en un rincón perdido del mundo, al que internet le importaba un carajo. Un día, se inscribió en una red social para matar el tiempo y encontró la imagen de un hechicero. Pensó: “ ¿ Por qué no usar a este autoproclamado disidente como avatar ? ”. Así nació la \" bruja \". Al poco tiempo, todos le llamaban \" la bruja \" con más cariño que una abuelita a su nieto. Hizo amigos y “ amigas ”, sufrió amores y desamores y se divirtió siendo su alter ego. Una poetisa le llevó a \" Poemas del Alma \", donde descubrió la poesía y se maravilló, con tantos poetas consagrados dignos del Nobel. Sus amigas, en su infinita sabiduría, le desafiaron a escribir versos y sorpresa resultó que hasta un reloj roto tiene razón dos veces al día, tenía talento a pesar de sus excentricidades. Cansado de la vieja red social de siempre, se inscribió en \" Poemas del Alma \" como Tauro, Chile, 1960. Con su estilo irreverente, empezó a causar revuelo en los comentarios. Algunos se encabronaban, pero muchos se divertían. Se propuso disminuir la sobriedad y seriedad a los Portalianos, que ya bastante aburridos y amargados estaban con sus aires de grandeza, escribiendo un poema cada día y comentando con su toque especial. Hizo grandes amigos poetas, envidiando sus letras y cada día un amigo nuevo. Sus juegos de poemas incompletos volvían locos a algunos. La Bruja Irreverente, Carlos Armijo de Chile, siempre coqueta y diferente, escribiendo versos para sí y entreteniendo a todos.
La Bruja Irreverente, a pesar de ser un personaje peculiar, muy creativa y como en toda buena historia, el tiempo pasa y las cosas cambian. Se encontró en un portal que se volvió un refugio para payasos blandengues y nuevos enemigos. Fue expulsado tantas veces que ni siquiera recordaba. Usó seudónimos ridículos como Quijote del Zodiaco, Pertinaz Pertinzas y Ácido Negro. Decepcionado por amigos falsos y reglas que prohibían las críticas, se volvió aún más mordaz que una mordida de tiburón y serio como un juicio de divorcio. Sus irreverencias, antes una broma light, cuál juego de niños, se convirtieron en poesía irreverente, un medio poderoso de revisión detallada, para cuestionar y confrontar el status quo, una molotov literaria, un grito desafiante contra la pasividad y la adulación, lanzando un manotazo de aire fresco a la hipocresía del mundo diciendo en voz alta lo que muchos temían expresar : “ ¡ Despierta, maldita sea y usa ese cerebro que tienes para algo más que seguir ciegamente a la manada ! Piensa, joder y hazlo críticamente, porque el conformismo es la tumba de la libertad y la estupidez su lápida. ”
La curiosidad me quería agredir, puesto que la irreverencia es una actitud o enfoque general, una declaración de guerra contra la banalidad. Mientras que un poema irreverente es una expresión literaria que refleja esa actitud, cuál guillotina afilada, por lo que pregunté cuáles eran sus normas o directrices para que un poema irreverente lo fuera. La Bruja Irreverente no se anduvo con rodeos, dejó claro que no es una fórmula mágica y que ella siendo modesta se declaró la pionera que dejo su huella imborrable en el portal, como una cicatriz en un campo de batalla, un recordatorio de que el humor y la provocación pueden sacudir las estructuras establecidas.
Es vital entender que la poesía irreverente no es un concepto para mentes blandas. Hay muchos intentos fallidos, que son garabatos que intentan emular y son un desfile de clichés románticos, vestidos con una capa de cursilería y retórica barata, con un toque de azucarado que les convierte en un pastelito insípido. No desafían nada, no cuestionan nada; solo regurgitan las mismas idioteces sobre la vida, que ya nadie quiere escuchar. Un truño poético que más bien debería estar guardado en el rincón de las cosas que nadie quiere leer. Hay que dejar de escribir como si se le tuvieras miedo de ofender a las almas delicadas ¡ Chinga tu madre !. ¡ Basta de jugar a ser el bufón que se arrastra por migajas de atención atrapado en la zona de confort !
La verdadera esencia de lo irreverente va más allá de la simple provocación, trasciende la conformidad y desgarra las entrañas de las verdades incómodas que todos prefieren ignorar. Tuvimos una discusión, pues fue menos que un diálogo, prolongado y vibrante sobre el tema, con argumentos y contraargumentos afilados que se entrelazaron en un duelo intelectual. Sin embargo, como todo lo bueno y brutalmente honesto tiene su fin, así también mi tiempo como tal llegó a su límite. Nuestros intercambios fueron reveladores y enriquecedores, pero para hacer justicia a la riqueza, a lo retorcido y lo laberíntico del asunto, es necesario dedicar un espacio adecuado para analizarlo con detenimiento. La próxima semana, me sumergiré en la tormenta de ideas que desatamos sobre lo que realmente es un poema irreverente, genuino y cómo se puede aplicar esta chispa incendiaria en distintos contextos como se nos antoje.
xElthan.