Los meridianos duermen
Sobre las alas de un avión
Que viaja hacia el centro de la tierra
Con una entelequia más veloz que el tiempo.
Es el oráculo de los cerebros
Que está tejiendo los pilares de las ideas;
Hay una cúpula desierta, de un ayer inventado,
Que va aflorando en la planicie de un país desconocido.
Son poemas que se queman y se van;
Que se escriben en la piel y se duermen;
Que están acumulando espacio en el cerebro;
Poemas que están por nacer en la punta de una idea;
Poemas que no se inventaron, porque había demasiados…
No es poesía, porque la poesía se escribe con la sangre ardiente…