He vivido encadenado al pasado y a recuerdos atroces,
Que corrompieron mi alma con cada uno de sus roces,
Postrándome ante todas aquellas malditas voces,
Abriendo heridas que nunca sanan por mis maquinaciones.
He vivido obligado a batirme en duelo contra las sombras,
Acostumbrado a verme reflejado en el ardor de sus antorchas,
Sin poder negarme a servir a sus demandas insólitas,
Sin poder decidir acallarme ante cada una de mis penumbras.
Ahora que la paz me envuelve en su manto cálido y dorado,
Ahora que he decidido dejar atrás al pasado,
Ahora que me he quitado de la espalda el acero afilado,
Ahora que ya no me encuentro ni a mi mismo encadenado,
Ahora que tengo una oportunidad de dejar ir todo lo que me ha dañado…
Eres el ruido que acalla las voces que nunca dejaron de hablar,
Eres la llave de las esposas que jamás me he podido quitar,
Eres un conjunto de problemas que me ha hecho olvidar,
Eres la ultima batalla que con gusto pienso librar.