Cada latido del corazón, cada respiración, nos mantiene vivos.
Me he dado cuenta de que cada palpitar me recuerda a ti.
Cada aliento que tomo me hace pronunciar tu nombre.
Es tu memoria, tu esencia, lo que me mantiene vivo.
Al despertar, siempre estás tú.
Por las noches, añoro tu presencia.
Tu nombre dibuja una sonrisa en mi rostro.
Miles de veces he pintado el cielo del color de tu piel.
El día nacional es la fecha de tu cumpleaños.
Toda la noche le hablo a la Luna de ti.
En ocasiones, se esconde cuando se cansa de mis pláticas.
Por eso no la ves en ciertas noches.
Te has convertido en mi razón de ser.
Si dejo de hablar de ti, moriría.
Por lo tanto seguiré hablando de tu belleza
Seguiré hablando de un ángel.
Seguire vivo