Música del alma, su noble sentimiento
que el viento va escuchando
mientras a las hojas caídas arrastra.
La soledad, un pasaje al silencio
en un abismo de un gran letargo
donde de la pasión ya no queda nada.
Infinito dolor de un simple verso
que en sus rimas va ocultando
el dolor que tienen las palabras.
Un ayer que se quedó a lo lejos
y la pupila que llorando
solo agita a la realidad que es tan amarga.
Tristezas entre lo malo y lo bueno
y en la oscuridad del pasado
una melancolía en brazos de la nostalgia.
Una gaviota que perdió su vuelo
mis manos que están distantes de sus manos
y yo aquí sin consuelo mientras el tiempo no para...