Andy Lakota👨‍🚀

RELATO: POMPEYA NO EXISTE.

 

 

La lente no me avisó de sus ganas

pensando como iba yo en aquella 

desbandada de miradas desiertas.

Lejos quedaba mi playa y mis

calles empedradas de oxígeno,

de lo que no se puede comprar

ni tocar, pero van sutil como 

una tarde durmiendo de a poco.

Mi paseo era una cárcel, todo jaulas

y enjaulados, me recordaban a las

trincheras: nadie sabe reír.

Uno sabe su suerte cuando viaja,

hermosa casualidad la suerte

de las olas y el empedrado.

¡joven, joven! ¿Sí? Si me dejas la foto

para exponerla te la regalo, ¿qué foto?

¡ esta! Mis pensamientos giraban

en torno a lo escarchado del lugar

y dije que sí como si fuera un no.

La mujer me ofreció la Luna,

sin saber esta, que en mi playa

y mi empedrado dormía 

y despertaba ella.

Mi retrato sí, solo es un cuerpo,

mi intangible no.

En medio de tanta soledad

echaba de menos a mi chica,

ella también viajaba, vía sin saber ocaso.

No sabernos fue vivir muerto,

como las jaulas, como los enjaulados.

El cielo es azul por la luz, aquél,

desmadejado reino, aunque decían 

que allí habitaba uno en palacio.

La luz que yo conocía era otra cosa,

Las amapolas lo saben... y también

la noche: espejar el mar 

lo esperan los peces.

Esa foto y caminos no cruzados,

esa foto sin empedrado,

esa foto y... los libros

en Pompeya fueron quemados.