Has vuelto Miss carrusel,
esta vez con un disfraz mejor,
con el que no te pude reconocer,
y te dejé entrar de nuevo.
Jugaste y te divertiste,
me hundiste y te retiraste.
De hecho, entraste y saliste,
te burlaste y me destruiste.
Que te vaya bien, Miss carrusel,
no intentes volver,
elabora un mejor plan,
yo trataré de no dejarte entrar.