jvnavarro
DIARIO DE VERANO XLII (EN UN DIA MUY NORMAL)
Hoy en la playa el sol pega de valiente (1),
la sombrilla sirve de poco,
va el vendedor de pañuelos y pareos (2)
saltando sobre la arena para no quemarse.
Junto a mi un vecino de hamaca
se toma una Coca Cola,
la apura a grandes tragos
antes de que el liquido se caliente.
ya los socorristas llegan
para poner una bandera roja
por culpa de las corrientes y del oleaje.
En su inocencia se acercan
los pequeños peces
hasta la misma costa
para verse en los fondos limpios
pues ellos entre si no se conocen.
Salto una ola y llega otra y otra,
a la tercera me sumerjo
para aparecer embestido
de agua reluciente
por todas las partes,
desde la cabeza a los pies
pasando por el resto de ese mi cuerpo
tan acostumbrado al combate.
Los bañistas se acomodan
para darse baños
allí donde el agua
más allá de las rodillas
no cubre
y es más que suficiente
¿para que más jugar con la suerte?
Ya el chiringuito (3) ha abierto,
ya la barra se abre,
ya empieza la gente a desfilar
en busca de su ración de agua del fuego,
cervezas y otro tipo de licores.
Quien no baja a la playa no sabe
lo bonito que es y saludable
saludar a los días nacientes
para cuando el sol sale.
ya con la luna por encima
de los bloques de viviendas
en que se acomodan a su suerte
los turistas que llegan,
bajo el brazo un pan y en la cara
la negror de la noche.
Más no digo,
que cada cual saque cuentas
y se empape
de cual es su compromiso
en este mundo con tantos empastres (4)
para el cual
solo hace falta pasaporte
para mejorar de vida,
si es que se puede.
Los turistas de primera
ni venden pareos
ni se calientan más allá
de donde quieren.
(1) Pegar de valiente: Pegar fuerte
(2) Vendedores de pañuelos y pareos: Son casi siempre hombres del continente africano (emigrantes) que recorren las playas vendiendo chucherías, pañuelos y pareos y otro tipo de textiles. El pareo es un pañuelo grande que, anudado a la cintura o bajo los brazos, usan las mujeres, generalmente sobre el bañador, para cubrir su cuerpo.
(3): Chiringuito: En las islas Canarias campesinos colaban el café con una media y al chorrito que salía lo llamaban chiringo. Con el tiempo pasó a ser, es un pequeño establecimiento a pie de playa, que ofrece comidas y bebidas, y que posee una terraza o área de mesas al aire libre para sus clientes.
(4) La palabra empastre se emplea en zonas como Castellón (España) en referencia a una situación caótica, a un lío, barullo o destrozo. En el Diccionario aragonés de Rafael Andolz también se recoge como nombre masculino usado en Sarrión (Teruel) con el significado de \'suceso contrario e inesperado.