David Arthur

Rugidos de mareas apenadas

 

 

Labios entreabiertos con aprensión subversiva,

un adiós cual un beso disfrazado,

revelado por tus ojos,

en el día de torturado silencio.

*

Tu voz la sed insatisfecha,

mis sueños aún ningún consuelo me brindan,

soy un sonámbulo en una marcha sin fin

a lo largo de la ribera de un albor despertando.

*

Seducida curiosidad subyugó el avergonzado orgullo,

tus huellas en la arena mojada seguí,

abandonado cual echazón de un reflujo,

un caracol, jugueteado por olas láguidas,

 

una trompetilla para un hombre sordo

para atrapar las palabras de ella,

pero solamente se resonaron

rugidos de mareas apenadas.

 *

David Arthur ©®