Partículas unidas por el abismo de la vida, inundadas de voz y tactos. Desfallecido el instante de tu intuición, tu saber , tu deseo.
Marchita la quebrantable forma de tu cuerpo, cansada y somnolienta, frágil intercambio, ambigua gratitud, ¿Por qué ?
Esa Ausencia que rompe como el cristal, enormes pedazos filosos, amorfos, si vida, sin gozo, insinuando desastre, tal cual los vestigios del lago.
Humedades saladas con cómodas notas del piano, simulando el brillo : el tuyo.
El rostro y el calor son eternos mientras los pedazos no desaparezcan.