Oh campanas de mi tierra,
anuncian el despertar
de mi bella ciudad,
San Felipe, de Yaracuy, la capital,
de Venezuela, la urbe primaveral.
Su tañir solfea desde la catedral,
la población escucha
y al momento de orar
piden juntos progresar.
Ahora camino
tus calles y rúas,
escucho tus entrañas
y en la Plaza Bolívar
evoco tus hazañas.
El sonoro campanear,
histórico y musical,
alegra y anima
la fe poblacional.
Oh campanas de mi pueblo
cuando suenan
son los sonidos del cielo
que nos elevan