Amor, amor de mi vida.
Lo improbable era coincidir, lo hicimos, pero un detalle de kilómetros nos separa.
Y esperan que me rinda, esperan que cese, esperan que mi amor se marchite, pero cada centímetro de lejanía es un escalón directo a ti diseñado con amor, horas de charlas profundas, el alma desnuda, deseo, pasión, esperanza y fe.
No hay motivo para desistir y tengo todas las razones para seguir esperando nuestro momento.
Los humanos frecuentemente somos vanos y la inmediatez del siglo nos contamina, pero el amor no conoce de espacios, de tiempo, él es. Para nuestra fortuna.