alicia perez hernandez

Digámonos adiós…  

Digámonos adiós…

 

Mi corazón colapsó de tanto amarte, y mi vida se salió por la ventana de tus ojos para no volver a verte jamás. Un suspiro hondo y profundo dejó escapar mi corazón cuando le pedí que te olvidara, era de madrugada y yo deseaba tanto un abrazo tuyo y un beso tuyo, pero quise hacerme creer que te había olvidado y que de ti ya no quería nada. Falacia es pensar que me recuerdas todavía, piensas que soy una de tus conquistas? sé que te ufanas, de haberme conquistado a base de mentiras, ¿No sé por qué el destino, te puso en mi camino? ¿Dame la respuesta te aferras a mí cómo yo a ti? ¿Es eso? ¿Estamos forzando el destino? Estamos jugando un juego muy peligroso.

Te dejo ir, eres libre de amar a quien tú quieras y, yo soy libre de amar a quien yo quiera, obliguemos al destino a separarnos ¡sí! y si un día nos encontramos, has de cuenta que no nos conocemos sigue tu camino y yo seguiré el mío, veremos si se cumple lo que se dice del destino o del hilo rojo, que somos destino y el destino siempre nos alcanza, y nos ata, para ser uno y no dos por siempre jamás.

Ya me estoy cansando de dejarte ir y que la vida o el destino nos junte otra vez. Yo ya no te busco y tú vienes a buscarme, yo te busco y tú te vas, el destino nos suelta porque nos va a volver a juntar, ¿No tienes ganas de venir a dormir conmigo así como yo tengo ganas de dormir contigo? ¿Ah que estamos jugando, al gato y al ratón? ¿Me tienes atrapada en tu jaula de amor o yo te tengo a ti? Soltémonos, dejémonos, olvidémonos, digámonos adiós un sábado en la noche digámonos adiós, que sea la despedida de este amor infinito. Dejemos impregnadas las sábanas de amores, pasiones, fulgores con el roce de la piel, llenemos de besos de la cabeza a los pies, en esta despedida dejemos las marcas de este amor sagrado que me nació en alma para amarte a ti, ¡amémonos siempre lo mismo! Envuélveme en tu cuerpo y cubre todo mi cuerpo de besos y caricias como lo hiciste ayer, tengamos orgasmos eróticos de poemas, tengo entre mis dedos un deseo carnal por ti, quiero que nos hierba la sangre apasionadamente y sellar con sexo este amor, llenémonos, saciémonos para decirnos adiós, y, que sea una despedida que no olvidemos nunca, llenémonos de amor ahora y siempre. Digámonos adiós sin volver atrás, olvidémonos ahora para no volvernos a encontrar jamás. Dejemos que el destino nos vuelva a juntar, acaso en esta despedida te dejo mi alma que solo a ti te sabe amar? nos amaremos siempre lo mismo, siempre lo mismo, amor!!

 

Alicia Pérez Hernández… México 

No es la pluma la que escribe, es el alma 

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\"La poesía no quiere adeptos, quiere amantes\" Federico García Lorca.