EL ESCAPE
Recuerdo bien, fue una noche de verano
en la que hui de mi mismo, solo y aterrado
Huía de mis fantasmas y mis miedos
Escapaba de mi presente y mi pasado
Corría y caminaba maltrecho y sin suerte
y cual camino de Hansel y Gretel
una por una iba tomando las pastillas
mientras con alcohol acompañaba el perjuro banquete
Huía de mi desesperado
corría sin parar y alocado
sudaba agitado y desesperanzado
Cual liebre de su cazador
Cual mujer aterrada por un violador
Cual soldado del enemigo que asecha
Cual ladrón del policía que pesca
Cual preso de la cárcel arrastrando sus cadenas
así me fui de mi mismo
creyendo que lo mejor era
Me escape de mi alma con sus penas
y dejé mi corazón con una oquedad serena
Y también le solté determinado la mano
a mi razón y mi conciencia
Con odio empecé a transitar
esos viejos senderos de la oscuridad
Sexo, droga y rock and roll
rezaba el cartel de Su Majestad
Jugué todas mis cartas
aposte todas mis fichas
y sólo gané la desdicha
de quedar solo y en la nada
Hui de mis turbios pensamientos
que en la noche no me dejaban conciliar el sueño
Hui de los crueles demonios
que cada rato me ofrecían su veneno
Hui de los viejos sabios
que me daban siempre el buen consejo
Hui de los hombres sanos
porque tenía mi espíritu enfermo
Hui de la luz
porque mis ojos estaban débiles y tuertos
Hui del pedagógico desierto
porque deseaba morir en la cruz
Corrí mucho, corrí tanto
corrí y corrí desenfrenado
hasta que algo me dijo que llegué a destino
hasta que supe que por fin había llegado
al país de mis sueños, al país sagrado
al país del hedonismo
el lugar que tanto había anhelado
Y cuando sonriendo satisfecho revisé
el lugar dónde había llegado
con asombro azorado comprobé
que era el mismo, de dónde había zarpado.
SANTIAGO ALBOHERNA