Humberto Gómez Sequeira

Ojo de agua

Besé sus ojos y bebí sus lágrimas

hasta que su pecho cesó de inflarse.

Dentro de mis brazos,

respiraba como una niña

aprisionada por congojas.

Tomé su sufrimiento,

lo vertí en mis poros

y me fui mientras ella

se hundía en el ojo

de agua de su sueño.

 

HuGóS | 8-11-2024 | 11:55 p.m.