Soy solo vileza en este mundano cuerpo,
Indigno del ocaso de mi pensamiento.
Soy solo un muerto sin camino, ni destino
Cayéndose a pedazos como putrefacto.
Soy la tristeza de una hoja que se ha secado,
De la primavera que no volverá hasta el otro año.
Soy la tristeza de alguien que se ha abandonado
Viendo como se desvanecen sus sueños
Entre cada uno de sus dedos, como arena, como agua, como viento.
Soy ausencia, soy etéreo, soy sin saber ser o al menos eso creo.
Soy el camino abandonado que nadie quiere recorrer.
Soy la maleza que arrancan del campo elíseo.
Soy la desesperanza del desesperado.
Soy aquella lanza que atraviesa el costado.
Soy un charco de sangre
derramado de mis venas.
Soy la agonía del hombre
y la cúspide de las penas.
Soy un mundano ser humano, nunca santo
Una débil flor hundida entre tanto quebranto
Orando por el perdón que me he negado,
Soy solo uno más que ha sido doblegado.
Soy un alma que el mundo ha mancillado,
Aún así cargo la cruz como símbolo sagrado
La cruz de lo que debo hacer y no he logrado
La cruz de la vida, vida que me han negado.