Niebla de escarchilla congeló mi alma
y puso mi corazón de luto.
Haré el baile de las nubes de sangre
mientras los mares entonen
el atardecer de un crespo firmamento.
Mis manos harán señas de alas;
en las olas, en la nítida arena,
y siempre muy cercana mi Osiria
me traerá la estrella de Belén
para deshacer mi tristeza.
Olvidaré las vigilias que revolvieron
mi calma pálida, intrínseca,
cuando una lluvia de gracia
empape las manchas de mi frente.
Olvidaré los siete pasos de tu marino amor,
tus faldas de diamantes finos
que coqueteaban con mi sombra morena.
Olvidaré el favor de tu risa estrellada,
lo dulcísimo de tus besos
que me asomaban la primavera,
de como amontoné las horas tristes que me pesaban el corazón.
Me olvidaré de lo agridulce de éste cariño,
me alejaré discreto de la orilla,
mas sin dejar eterno de mirar el mar.
Christian Jovani
(Derechos reservados del autor).