D. Méndez

Susurros en el Silencio

No medí bien mis pasos,
ni calculé el peso de mis palabras.
Me permití caer, romperme en pedazos,
con tal de no mirar atrás, sin cargas.

¿Y quién reparará lo que quedó roto,
en esta habitación de silencios y sombras?
¿Quién sostendrá los miedos no confesados,
los que se ocultan entre tú y yo?

Si piensas mal de mí,
guárdalo en el rincón del olvido.
No tengo fuerzas para sufrir,
ni tiempo para enfrentar lo perdido.

Declarado incompetente,
un soñador buscando la dicha,
como si en esta búsqueda insensata,
no existiera nada más que el vacío.

¿Cuántas veces más pedirás perdón,
en esta danza sin redención?
Hoy no hay salvación ni promesas,
solo el eco de lo que hicimos mal.

Si piensas mal de mí,
que se quede sellado en silencio.
No necesito tus susurros de duda,
ni la sombra de tus pensamientos inciertos.