Mi voz no tiembla, sincera y clara
un dulce te amo te reitera
en la reincidencia de tu espera;
una y mil veces amor declara.
Sol y Luna, un gran cara a cara;
corrientazos de libido impuro,
fuego de miradas es mi seguro;
oleadas de emociones sin tara.
Mi mente fiel, prudente suspira
en los linderos de tu finura;
fértil es el oasis de tu llanura
de flores que mi prosa inspira.
Mi psiquis extraña el aroma
de los cálidos y expresos besos
que en mi cálida piel impresos
hasta que el atardecer asoma.