A esos que no escuchas,
los que se oprimen tras el silencio,
los que vuelan sobre tinieblas
llevando en cada ala una pena;
candiles del tiempo, cómplices de los años
y el lamento añejo.
A esos que escondes tras líneas
y vocablos con estrellas, pan de vida
de otros tiempos, claro resplandor
en una noche negada de ilusiones
y nonatos del deseo ufano.
Los que no esperas,
los que no se van, ni se quedan
pero contienen al sol de la esperanza
entre tus manos.
A esos doy gracias por forjarme así
sencillo, frágil y sin recelo,
que me sustentan en su remanso bendito
con voz pausada y sabia limpia.
Labriegos incansables del dolor,
tenderos que estiban sus penas
pero abren el negocio con sonrisas,
A esos que me cobijan, ríen, lloran,
sufren penas y enamoran...
Mis pensamientos.
Autor...reh