Jorge L. Casado
EN PLEGARIA AGRADECIDA
Cada mañana, al amanecer de Dios, le agradezco el día.
De igual manera me pongo en sus manos, por protección.
Dios me acompaña con su misericordia
y me cuida, miéntras mis pasos guía.
Dios es bueno y para siempre es su misericordia.
Sin El nada podríamos hacer en esta vida.
Cada día es una lucha diaria, sin medida...
mas cogido de su mano, ando día a día.
Bien es cierto que el día trae su propio afán.
Y es que sin Dios no hay vida en esta vida
donde las faenas son atarbantes de lo que se quiera
y su disposición es la que se hace amena.
Gracias Dios mío por tu misericordia;
la misma que cada día me guarda conforme tu voluntad.
Te doy gracias por todas las gracias concedidas
pues en mi corazón abundan tu amor. tu gracia y tu paz.
Bien sabes que no soy quién para merecerte.
Pero bien sabes que mi temor por tí es grande.
Eres tú quien pone aliento de vida en mi cada día
y no menosprecias mi humildad que es tuya y te interesa.
epa.882024.h.609p.j.By:Jorge L. Casado