Caminaste por aquel camino que no debías caminar,
Guiado por aquel lucero azul que solo guía por guiar.
El angel hostil de la locura te arrebato la cordura,
Y en aquella fé sin fe que todo lo cree,
Creiste en esa escuálida esperanza que se niega a morir en el huerto gris de la desesperanza.
Fuiste esa nube de otoño que el otoño en su huida olvidó
Cómo quien olvida esa lágrima que por lágrima el desconsuelo no consoló.
Y en el silencio que todo arrebata tus suspiros fueron plegarias que por nadie fueron escuchadas.