Francois Sand

Seuil d’ecstasy

En tu piel se dibujan las marcas de mi esencia,
Las cumbres de tus senos, en mi boca, consumidas,
Eco de gemidos y caricias compartidas,
En la noche taciturna, será nuestra íntima evidencia.

Tus labios me conducen hacia la imprudencia,
Un sendero prohibido de caricias encendidas,
Mis manos recorren tu cuerpo, hambrientas y seducidas,
Hasta el éxtasis pleno, en nuestra ardiente reverencia.

Tu ano, un divino templo de misterios hallados,
Donde el deseo encuentra su lóbrega morada,
El placer se desborda en susurros en el viento.

En el alba, busco tus secretos callados,
Mientras mi alma se pierde en la pasión sagrada,
Mi fino esperma que en tu vientre planto.