Jorge L Amarillo

LA VIDA PASA

No puedo encerrarme en el dolor
mientras la vida con prisa pasa,
debo seguir las huellas del destino
sin importar mis lágrimas
debo escoger un único sueño
y en ese sueño debo depositar mi alma.
 
 
Debo volver a ver el universo
cómo se besan la tierra y el agua,
tengo que liberar a mis cinco sentidos
llevar a mis ideas más allá de las palabras
y encontrar dentro de mí las respuestas
que mi vida de pronto me reclama.
 
 
He visto demasiadas sombras perdidas
he visto muertes sin necesidad de batallas,
y yo aquí, entero, pero me siento herido
envuelto por una invisible nostalgia
en una amarga condena que me asfixia
mientras siento que mi corazón estalla.
 
 
Debo convencerme a mí mismo
que no existe ninguna muralla,
que no me ha detenido la muerte
que solo hay tristeza dentro de mi enquistada
y que la vida está allí para continuar
y para continuar ya no debe importarme nada.