Oh, muerte,
extraño ente,
no siento miedo,
más bien una fascinación que me atrapa.
No tengo prisa por encontrarte,
pero tampoco me molestaría que llegaras como una sombra en la noche.
En ti veo un descanso,
un sueño eterno,
un escape a este laberinto de emociones.
Temo a la oscuridad, pero en ella encuentro una paz
que nunca he podido alcanzar en vida.
Eres el enigma que me obsesiona,
la pregunta sin respuesta que me atormenta.
¿Será un final o un nuevo comienzo?
¿Un vacío absoluto o un despertar eterno?