Que locura quería descansar en el campo.
Llegue allí que alegría me dió porque, ya estaban preparando una gallina
guisada, plátano asado, queso y, una
carne ahumada, arroz. Como a mí
no me gusta ir con la manos colgando;
para ellos le lleve mariscos.
Cómo disfrutamos, lo bonito fue esa
suave brisa que caía en el ocaso.
Llegó la noche, que felicidad; de todo
lo más lindo es que me gusta inspirarme.
Llegó la aurora y el canto del gallo
me despertó. Hasta tuve que ayudar
a ordeñar al ganado.
Fue fantástico, que vino el queso y el plátano asado con sabor de leña, que me tiene
encantado; que regresé a casa bien
relajado he inspirado.