juanestrada

Morir

Quiero morirme bien muerto;

silencioso y sin aspavientos.

Sin nombre ni cadáver,

sin gritos ni suspiros;

bien muerto y sin memoria,

como perro callejero.

Morirme calladamente y sin pretextos,

como ocaso de agosto

que se apaga en las tapias blancas

de los patios silenciosos

allá en mi infancia.

Quiero morir de una vez por todas

y no con plazos diarios

como naufrago perdido

en un mar oscuro

que se agita vertiginoso

bajo la noche eterna e impasible

que acecha como, inexorablemente,

 nos disolvemos en el olvido.