Por caminos polvorientos, mi blues arrastro.
Guitarra en mano, mi fiel compañera.
Bajo cielos grises, mi alma se marchita.
Canciones de pena, mi única bandera.
En cada atardecer, veo mi reflejo,
En las aguas quietas, un blues sin fin.
Un hombre marcado por el tiempo y el despecho,
Buscando un refugio, un lugar donde vivir.
Las cuerdas de mi guitarra, suspiran con dolor,
Baladas de amor, perdidas en el ayer.
La luna me observa, testigo de mi dolor,
Y el viento susurra, canciones de ayer.
En cada estación, mi blues se enciende,
Con la llama de un amor que se apagó.
La soledad me acompaña, como una sombra
que me tiende, su mano fría,
en mi camino solitario.
Gonci