La cabeza apoyada en un nido
de serpientes transparentes
duerme, en plácida profundidad,
en el jardín de las mutaciones.
La mente visual se libera
de las impurezas lógicas,
que absorben los sentidos,
saboreando la verdad sintética.
Los ojos del sueño del tiempo
sin espacio se desprenden
de la gravedad y empiezan a girar
alrededor de una nube estelar.
HuGóS | 8-13-2024 | 10:36 p.m.